Asi se bailaba en el Tío Pepe-Caracas
Armando Gruber
Un local estrecho en la calle Negrín de Sabana Grande,
a pocos metros de la avenida Casanova, parroquia El Recreo en Caracas allí los
fines de semana se disfrutaba de la salsa sabrosa y alegre, en un espacio
estrecho pero con mucho ambiente afrocaribeño por casi cinco décadas estuvo
deleitando no solo con sabores de la gastronomía española y gallega sino con
las audiciones de una sabrosa salsa. Hasta que en el
mes de octubre de 2011, cerró operaciones, fue el famoso Tío Pepe, fundado por
Sancho Regino Batallan García, gallego que dejó descendientes venezolanos y
vendido al final por su hijo, Manolo Batallan, a un grupo de empresarios
portugueses.
A pesar de no presentar orquestas ni cantantes, allí
se cocinaba la mejor salsa bailable, en los
últimos cuarenta años de sus cincuenta de existencia que estuvo abierto. Más
que todo porque allí se dieron citas los mejores dj de la década de los años 70
y 80, como Clemente Vargas Junior y mi gran amigo (QEPD) Enrique Bolívar Navas.
Dos magníficos profesionales de la locución, conocedores de la música
afrocaribeña quienes convergían con, músicos nacionales y extranjeros actores,
actrices, periodistas, rumberos como El chino Jaime Hung, Carlos Sánchez, El
Alcatráz, Simón Bolívar (el de Caricuao), Pedro La Corte y el actor Freddy
Galavis.
Así como también músicos del ambiente latino caraqueño
como Cheo Navarro o el boricua Ray de La Paz. En sus paredes, gracias al arte
del caricaturista, Pedro Espinoza, se exhibían los rostros de la clientela más
asidua y bohemia del lugar, y del arte
plástico de artistas del pincel y el lienzo
Entre la bulla de
marcar la clave con el servilletero de metal el negro Iglesias,las maracas de
Tony Millán y el estridente sonido del equipo de audio con los cassetes de
salsa, transcurría el tiempo y la bohemia, en el Tío Pépe, los fines de semana
y en el mes de abril se celebraba el aniversario de su fundación, por todo lo
alto. Sus DJ espontáneos ubicados detrás de la corta barra, no fallaban, con
aquellos amigos como Cheche, Carlos Sánchez y otros tantos como: Betty Zapata;
Kiko Bastidas, Domingo Montes de Oca, que de llegar a nombrarlos a todos, el
texto sería muy extenso.Hago este recuerdo nostálgico de uno los sitios más
rumberos de la Caracas de los años 70 y 80 como la discoteque La Pelota, de
Paúl Casanova; La Naya, en la carretera vieja de Baruta; El Maní es Así, con mi
amigo Gustavo Cedeño. Para llegar a el Corso en la Calle Ochenta y Seis
de la 205 Este, saliendo de la esquina de la Tercera Avenida en New York. En el
año 1968, Tony Raimone se convirtió en el dueño, de el Corso.
El 2 de agosto de 1968, la orquesta de Pete Bonet, compuesta por doce
integrantes y dirigida por Louis Ramírez, hizo su debut en el club..
Contribuyendo a la popularidad del Corso estaban los anuncios, como éste que
escribío Max Salazr, titulado “El Corso, la Casa del Sonido Típico”,
para la recién fundada revista Latin
New York. Una tarde, Pete Bonet, vocalista nacido en
Santurce, Puerto Rico, persuadió al dueño para que lo dejara promover una noche
de música latina. Bonet había grabado recientemente uno de los álbumes más
vendidos, Soul Drummer, con la orquesta de Ray Barreto. Es así como
contrata la orquesta de Barreto y llena todo centímetro cuadrado del club. De
manera subsiguiente, Bonet y su hermano Julio llenaron el club cada atardecer
de miércoles a domingo al contratarse orquestas de arraigo popular como las de
Tito Puente, Machito, Eddie Palmieri, Johnny Pacheco y José Fajardo, así como
también la Orquesta Broadway, la Típica Novel y la Sonora Matancera. En el año
de 1982 llegué al Corso de manos del conguero Eddie Montalvo y Peter Viloria. Era
uno de los muchos momentos históricos en la historia de la Música Latina que se
desarrollaron entre 1969 y 1985 en El Corso, la “Casa del Sonido Típico
Latino.” El 18
de abril de 1975 la unión histórica entre Tito Puente y Valdés se dio en
el Corso. A la 1:00am, poco después de que el conjunto de Johnny Pacheco había
terminado con una electrizante guaracha. La poca alumbrada sala de baile
de momento se vio prendida con las luces blancas del techo, mientras los
bailadores se apresuraban para encontrar un lugar donde poder apreciar el
espectáculo. De acuerdo a Machito y a Miguelito Valdés, el Tito Puente de
mediados de los setenta era una persona madura que había expresado su deseo de
estar en el mismo anuncio que Tito Rodríguez y Vicentico Valdés. Es la
referencia histórica de dos grandes de la música latina, Tito Puente y
Vicentico Valdez; pero en el año de 1982 me tocó disfrutar en persona a Bobby
Rodriguez y la Cia, junto al gran Héctor Lavoe y su orquesta. Llegue como
reportero del magazine Notimusic a New York al emblemático Club Corso, el que
se hizo famoso con el tema de Johnny Pacheco y cantado por Héctor Casanova,
conocido como “
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