El colombiano Larry Landa y la Mafia musical

 La idea de la mafia del narcotráfico colombiano en actividades musicales era constituir establecimientos comerciales,  grandes conciertos musicales, para el blanqueo y legitimación de capitales.
Estos son hechos que ya  están registrados en la historia musical afrolatina, en la década de los años sesenta y parte de los años setenta,con suficientes evidencias que así lo confirman .
 Motivado a la idea de Monty Key  y Simphony  Syd  dos  afamados DJ estadounidenses, para quienes el negocio de la promoción discográfica ( payola) que aún se mantiene en la radio, se movía con dinero en efectivo . La ciudad de New York de los años cincuenta del siglo XX fue el escenario apropiado para que los musicalizadores, Syd y Key , llevaran al lujoso cabaret Rogers Root,  la banda de  Machito, Mario Bauza y sus Afrocuba, mucho talento musical latino y jazz americano,tal como lo exigía,elpúblico. Eso si  con temas musicales fuertemente promocionados por los dos Disc Jockey dedicados a el negocio de promoción discográfica, bajo el pago obligado de la promoción del disco que le llevaran a la radio, para su difusión .
El famoso club Copacabana, en New York  que fue fundado en 1940 y uno de sus accionistas fue el mafioso italiano Frank Costello, amante de la buena música, el buen vino acompañado de lindas mujeres. Se sumó a esta constelación de sitios nocturnos y artistas financiados por la mafia.
Años después fue emulado en Colombia con el músculo financiero del narcotráfico, cuando  en los  primeros años de la década de los años setenta en la ciudad de Calí Colombia, la presencia del empresario del espectáculo. Larry Landa, propietario de la discoteca Juan Pachanga en la zona de Juanchito, cruzando el río Cauca. Se dedicaría a este tipo de negocio en donde la salsa, serviría de ropaje para el tráfico de drogas.
Larry Landa, cuyo nombre verdadero era César Araque, era un empresario de artistas que terminó años después en una cárcel de Miami, Estados Unidos por decomiso de cocaína y posteriormente asesinado a golpes, dentro del recinto penitenciario.
 El cantante Héctor  Lavoe estuvo en Cali  y fijó su residencia entre noviembre de 1982 y marzo de 1983 en las residencias Aristy centro de la ciudad, contratado por Landa quien se financiaba con el negocio del narcotráfico y con mucha promoción  lo presentaba con local lleno, en varias oportunidades.
 Fue todo un acontecimiento un éxito total, la popularidad del sonero boricua, le permitía al empresario caleño, de esta forma lavar o legitimar capital proveniente del tráfico de drogas hacia territorio estadounidense. La historia de Héctor Lavoe en Cali, en palabras de Jairo Sánchez, músico colombiano a quien entreviste, en visita a esa ciudad en el año 2008, empieza con las orquestas de salsa que llegaban a la ciudad en los setentas, porque Calí se convirtió en el epicentro del género musical, afrolatino,a partir de la década los años setenta .
 El timbalero Pichirilio, por su parte  afirmó que en el año 1979 él tocaba y dirigía un grupo del  extinto cantante Piper Pimienta, época cuando Larry Landa trajo de gira a Lavoe con su orquesta,  lo conoció en tarima y luego en 1983,alternaron en tarima. La orquesta de Lavoe se marchó a New York y el se quedóen lo que ahora es Calí, la capital mundial de la salsa.
Landa posteriormente lo trae a vivir a Cali, para ayudarlo supuestamente a mejorarlo en su adicción a la droga, pero que no logró superar, más bien se le acentuó por la fuerte adicción que traía del norte.
 Lo contrató para diversos shows en su discoteca Juan Pachanga Charanga, y organizó un grupo con el mismo nombre, del cual hizo parte.
Hasta lo llevó a dormir en su casa, y allí su mujer se enamoró del  ídolo Lavoe para compartir e invitarlo a su lecho matrimonial, hasta que fue sorprendido por Landa a quien se le acabó la idolatría por el “ cantante de los cantantes” al comprobar tan infame adulterio y lo despidió .


                     Oscar D´León, Larry Landa, Ralph Mercado y Tito Puente
El auge y caída de una aventura empresarial
Del empresario caleño, Larry Landa, asesinado a golpes en una cárcel en Miami en los finales de los años ochenta  aparecen algunas referencias concernientes a su oficio primario antes de ser un poderoso empresario del espectáculo con dinero proveniente de actividades mafiosas.
Su hijo Juan Carlos Araque, afirma que la situación de Lavoe en Cali era difícil por lo que vivía por su fuerte adicción a la droga que lejos de mejorar su dependencia, los que hizo fue empeorar.
De su padre Larry Landa afirmó que el inicio de su negocio con los espectáculos musicales fue alquilando equipos de sonido y música para fiestas en la ciudad, su estilo como difusor discográfico fue reconocido como “ritmo lala”, cambiando por ese motivo, luego su nombre a Larry Landa, famoso internacionalmente por traer a los salseros del momento a la capital de la salsa tal como se le conoció en esos tiempos.
Fue una época donde el producto interno bruto colombiano influido por el narcotráfico, comenzaba a tener fama internacionalmente por la “exquisitez” de la cocaína de exportación,  envíada directamente al país del norte, por el Cartel de Cali entonces, bajo viajes clandestinos con dólares del narcotráfico, nos regresaba -según uno de los entrevistados-, otros tesoros, abundante  música  caribeña y cantantes expresada en salsa con figuras tales como: Pete “El Conde” Rodríguez, Héctor Lavoe, The Lebrón Brothers, El Conjunto Cásico los Rodríguez, La Sonora Ponceña, y otros exponentes de reconocida fama.
Pero todo no quedó bajo la sombra del negocio del narcotráfico, en la figura del extinto Larry Landa. Nos referiremos,  a Jairo Varela otro director propietario colombiano, fallecido recientemente en el año 2012, de la orquesta  El Grupo Niche, brillante compositor de numerosos éxitos musicales, para esa banda de prestigio internacional.
A Varela la policía y la justicia colombiana lo detuvo e investigó en la década de los años noventa y envió a prisión por legitimación de capitales provenientes del poderoso cartel del Norte del Valle del Cauca. La Fiscalía colombiana lo acusó de uso y provecho del dinero producto del narcotráfico para ser legitimado en el negocio de discotecas, estudios de grabación y en la misma orquesta donde llegó a contratar cantantes y músicos extranjeros para imprimirle más calidad a su orquesta.
Larry Landa, Lavoe, Ismael Rivera y amigos con Pablo Escobar

El anfitrión de la fiesta,   Pablo Escobar, capo di capi ( jefe de jefes) del cartel  de Medellín apuntó con su  pisto la automática enchapada en oro a la cabeza de Héctor Lavoe( cantante de los cantantes) y amenazó con matarlo si el show no continuaba hasta las seis de la mañana. La rumba tenía que seguir en la Finca Napoles, santuario de Escobar, en donde hasta un zoológico con especies africanas exóticas, se mostraban a los visitantes.
 Los guardaespaldas de Escobar, reaccionaron  de inmediato con sus armas automáticas, neutralizaron cualquier movimiento de los músicos “ aquí nadie se mueve, hermanos” espetaron los mafiosos al unísono.

Larry Landa

El Sonero Mayor, Ismael Rivera protestó airado, por su parte Larry Landa, el manager de los cantantes  había hecho el contrato sólo hasta las dos de la mañana, pero los músicos y cantantes estaban cansados y ya se había pasado el tiempo, argumentaban.
Los músicos no dieron el brazo a torcer; entonces una orden los sentenció a quedarse sin documentos y a ser encerrados. Era la madrugada del 1° de enero de 1981, de aquel año nuevo en las afueras de la capital antioqueña y en una pequeña habitación de la  finca Napoles, en las afueras de Medellín, Colombia, casi se asfixiaban, en el reducido espacio de la habitación los salseros más cotizados de la esfera musical afrolatina : Ismael Miranda, Vicentico Valdez, Ismael Rivera,  el pianista Gilberto Colón Jr. y Héctor Lavoe, en manos del poderoso Cartel de Medellín, con Pablo Escobar a la cabeza.
Después de un rato de estar encerrados, Lavoe descubrió una pequeña ventana por la que podían salir; lo intentó y se dio cuenta de que daba al exterior de la casa. Con esfuerzo, todos los demás pudieron escapar por la misma ventana. Rápidamente huyeron a través de los matorrales hasta dar con una carretera. Los capos prácticamente, lo que querían era dejarlos ir, solo hacerlos pasar un susto. Hasta que al otro día el 02 de enero, un emisario de Escobar los visitó en el hotel donde se alojaban con un cheque, los pasaportes, unas disculpas y los instrumentos.  Así fue la vida de estos famosos cantantes y del puertorriqueño Héctor Lavoe, una colcha de aventuras en su carrera musical: pistolas apuntando a su cabeza, sinsabores, alegrías, promesas,  pinchazos de heroína, guaracha, mujeres, ron, cocaína y guaguancó.
La salsa le enseñó el placer de vivir y también le inventó las circunstancias y hechos fortuitos que acabaron con su vida. “Yo soy aquel que la gente reclama, pero nadie sabe comprender”-uno de los soneos, del extinto jíbaro de Ponce.
Fuentes-Documental “La Voz”
Fotos-Imagen tomada de http://medardoarias7.blogspot.com/ -Lavoe ensayando en el Club Juan Pachanga.
http://youtu.be/gaKQVRM5tJ8


Comentarios

periodistadelasalsa ha dicho que…
Crónica bien descrita de varias épocas musicales en la que la delincuencia organizada penetró la industria del espectáculo y el entretenimiento.El narcotráfico financió orquestas y locales nocturnos.

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